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La nutrición oncológica es una parte fundamental de cualquier proceso contra el cáncer. Detectar las necesidades de cada caso y compensar las posibles deficiencias nutricionales antes, durante y después de las terapias es indispensable para conseguir una completa recuperación. En este artículo se tratan los aspectos más importantes de la alimentación en estos pacientes.
Tanto las enfermedades malignas como sus tratamientos, así como las consecuencias psicológicas, pueden afectar negativamente el estado nutricional. Las alteraciones que se presentan son múltiples:
Anorexia: Es la pérdida del apetito que aparece de forma crónica e impide la correcta alimentación. Es uno de los síntomas más frecuentes tanto por el propio proceso oncológico como por los tratamientos (quimio y/o radioterapia).
Localización de las lesiones: Los tumores del tubo digestivo, del hígado, del páncreas y los que se localizan en la cabeza o el cuello pueden causar modificaciones mecánicas o funcionales. Se dificultan entonces los procesos de masticación, deglución, digestión y absorción de nutrientes.
Merma sensorial: Durante los tratamientos a veces disminuye o se altera la percepción de los olores y sabores, pudiendo llegar a ser desagradable, lo que resta placer al acto de comer. En otros casos, las náuseas y vómitos generan inapetencia o imposibilidad para masticar y tragar.
Cambios metabólicos: Tanto el cáncer como sus tratamientos modifican la forma en la que el organismo absorbe y utiliza los nutrientes. De esa manera, la nutrición en pacientes oncológicos puede ser deficiente en grasas, proteínas, carbohidratos, vitaminas o minerales, aun con una ingesta adecuada. El cáncer provoca un proceso de inflamación sistémica que implica un gasto más elevado de energía que hay que cubrir con la alimentación.
Las alteraciones mencionadas anteriormente generan cuadros de desnutrición que menoscaban la capacidad de combatir infecciones, la posibilidad de éxito de los tratamientos y las expectativas de supervivencia. El nutricionista oncológico es el especialista que se encarga de trabajar con el paciente y sus familiares, así como con el resto del equipo médico, para resolver estas situaciones.
Esta especialidad tiene por objetivo proporcionar los nutrientes en cantidad suficiente para el correcto funcionamiento del organismo. Es esencial que se considere la mejor manera de alimentar al paciente, lo que incluye no solo las pautas de alimentación, sino el contenido de la dieta y el uso de suplementos alimenticios (en caso de ser necesario y siempre bajo pauta supervisada por un profesional sanitario), durante y después de los tratamientos.
La relevancia de esta especialidad se pone de manifiesto cuando se analizan algunas cifras relacionadas con la oncología y la nutrición. El 80 % de los pacientes con lesiones malignas de las vías digestivas superiores (esófago, estómago y duodeno) presentan desnutrición al momento de ser diagnosticadas.
Por otra parte, el 30 % de las defunciones por cualquier tipo de cáncer se explican por el mal estado nutricional. Este porcentaje guarda relación con la caquexia, o deterioro que incluye la pérdida de masa muscular y de tejido graso. Se acompaña de deficiencias funcionales de los sistemas cardiovascular y respiratorio.
La alimentación para pacientes oncológicos se basa en una serie de pautas que el nutricionista proporciona al paciente y sus familiares. Lo más importante es evaluar la situación individual, identificando las dificultares y analizando las deficiencias específicas. Este paso es fundamental para determinar cuáles son las instrucciones más adecuadas, entre las que se detallan a continuación:
Sin duda, las enfermedades oncológicas suelen tener un impacto sustancial y prolongado en la calidad de vida. Con esta visión, en Hospitales Universitarios San Roque se ha formado un equipo de profesionales dedicados a acompañar al paciente y a sus familias.
Su labor se desarrolla en las fases de diagnóstico, tratamiento y recuperación integral, y gira en torno a la humanización de este proceso como parte fundamental de la asistencia que brinda el Centro Oncológico Integral Canario de HUSR, a través de tres unidades:
Unidad de Medicina Estética
Su propósito es compensar los cambios morfológicos permanentes o temporales, que pueden tener un impacto social, familiar o psicológico. Se ofrecen alternativas en medicina estética y de cirugía estética o reparadoras, siempre basadas en el rigor científico.
En el Centro Oncológico Integral Canario de HUSR, se ha formado y desarrollado un equipo multidisciplinar de profesionales que dan soporte mediante unidades complementarias como es la psicología y la nutrición.
Unidad de Medicina Hospitalaria y Urgencias
Proporciona una imprescindible continuidad asistencial al paciente, con posibilidad de ingreso hospitalario, atención de urgencias y acceso a diversos especialistas cuando lo necesite.